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Foto del escritorAndrea Gelvez

Cómo fomentar una buena comunicación con los chicos de 7 a 12 años?

Actualizado: 29 oct




En este post les voy a hablar acerca de qué debemos hacer para fomentar la conexión en nuestros hijos de los 7 a los 12 años. Una etapa llena de retos que, si sabemos afrontarlos de la mejor manera creando una verdadera conexión de corazón a corazón con ellos, podremos lograr crear momentos maravillosos de la cual atesoraremos toda la vida.


Esta etapa en la que llamamos la niñez intermedia se caracteriza por una creciente independencia de los niños de la familia y un mayor interés en los amigos y sus pares cercanos.Así mismo por un marcado cuestionamiento y reto de las reglas, límites y normas propuestos por mamá, papá y los demás; por lo que muchos padres empiezan a tener líos con sus hijos y a cuestionar sus métodos de crianza porque piensan que sus hijos ya no los quieren y no les hacen caso a lo que los padres dicen y que algo está fallando en lo que hacen. Ahí es donde empiezan los regaños, los insultos, las quejas y empieza a perderse esa conexión que se había creado antes.


Así mismo, en esta etapa empiezan a interesarse más por la tecnología y prefieren muchas veces la tableta o el celular de mamá y papá antes que los juegos de antes o los juguetes que hay en su habitación. De hecho, muchos papás dicen en esta etapa que “parece que me cambiaron a mi hijo, antes era tan lindo, jugaba tanto con él, compartía tanto y ahora… es terrible. No quiere nada, está muy caprichoso y berrinchudo… No sé qué hacer con él/ella, todo le molesta, todo le fastidia”. Pero todo esto es en parte por esa separación y cuestionamiento de mamá y papá y sus normas y además es parte de su desarrollo.


Por ende, aquí vienen las recomendaciones que yo en esta tarde vengo a dejarles para poder afrontar esta etapa con éxito creando lazos de conexión únicos con tu hijo/a y entendiendo su desarrollo emocional en esos años.


Pero antes, debemos preguntarnos primero ¿cómo fue tu relación o tu vivir a esa edad? ¿Cómo fueron para ti esos años de vida? ¿Cómo te sentiste en esa etapa? ¿Eras también de los que retaba los límites y las normas? ¿sentías que tus padres te comprendían en esa etapa? ¿Cómo fue la conexión con tus padres y tus amigos en esa edad?


Y partiendo de lo anterior, quiero dejarte unos tips que en lo particular a mí me sirvieron mucho en esos años con mi hijo:


1. Involúcrate en los asuntos de tu hijo sin llegar a invadir su espacio: Los niños en esta etapa quieren y buscan mayor libertad, por lo que muchas veces tu hijo no va a querer contarte cómo le fue en la escuela, cómo fue su día con sus amigos, etc. Por lo que es importante que en la medida que tu hijo se abra a ti, poco a poco empieces sin ser muy invasivo en las preguntas y convertir en un interrogatorio el momento, a indagar sobre sus amigos, sus gustos, sus aficiones, sus miedos, sus logros y sus retos cotidianos.


2. Motiva a tu hijo y demuéstrale para lo que es bueno: En esta etapa es muy común escucharlos decir que no saben para que son buenos… por ende, es importante brindarles confianza y seguridad y mostrarles aquellos talentos y potencialidades ocultos, así como enseñarles aquellas habilidades y destrezas en las que ellos se pueden destacar y animarlos en esas actividades, así como acompañarlos cuando ellos las estés realizando.


3. Permítele que desarrolle ciertas responsabilidades cotidianas y apóyalo a que las haga contigo. Por ejemplo, muéstrale cómo puede ayudarte a cocinar un platillo delicioso sencillo y saludable, o a que te colabore limpiando el auto o que te apoye arreglando la mesa… cosas así. Si gustas también puedes darle alguna recompensa por realizar dichas labores permitiéndole que tenga un espacio más de su juego favorito o quizás algún dinero que pueda ahorrar para comprar algo más adelante. Verás también cómo se consolida más la conexión entre ambos y aprende a asumir ciertos retos cotidianos que van a ayudarle con su conquista de independencia.


4. Habla con tu hijo sobre ciertos comportamientos, y actitudes que debe seguir según el momento y el lugar. Muéstrale qué sí puede hacer en dicho instante y que no, y explícale el porqué. Con ello entenderá mejor reglas y normas básicas de comportamiento y así se animará a seguirlas evitando el berrinche, y entenderá que no fueron impuestas porque mamá y papá lo quisieron, sino que son normas y reglas de la sociedad que deben seguirse para una sana convivencia con los demás.


5. Utiliza una disciplina positiva y asertiva en lugar de regaños y castigos sin sentido, así como establece reglas claras y sencillas en casa en la que el/ella pueda participar y dar su punto de vista u opinión al respecto. Trata de establecer acuerdos en conjunto sobre qué sí es aceptable y qué no y anímalo a que cumpla con esos tratos. Con eso estarás desarrollando el sentido de qué es lo correcto e incorrecto y le ayudará a aceptar y acatar las normas y reglas sin necesidad de gritos, golpes ni castigos severos.


6. Controla el tiempo que ellos se exponen a las “pantallas”. Y por pantallas se entiende tabletas, computador, celular, consolas de videojuegos, etc. Se ha comprobado que entre más tiempo ellos están expuestos a estos aparatos, más se crea en ellos una desconexión emocional con los demás. Por ello, es importante que cuando esté en una reunión donde haya más personas o más niños, se evite por completo el uso de estos aparatos, así como en las comidas en familia y en salidas a otros lugares públicos. La interacción con el entorno lleva a que tu hijo/a sea consciente de lo que hay a su alrededor y se fomente en ellos una mayor empatía tanto contigo como con los demás. Limita su uso únicamente a máximo 20 minutos diarios.


7. Elogia cada uno de sus logros, evitando decir que “estoy muy orgulloso de ti” y llevándolo a pensar qué hizo que alcanzara dicho logro y motivándolo a que se sienta orgulloso de sí mismo por llevar a cabo dicha meta.


8. Y por último y no menos importante, llénalo a diario de besos, abrazos, pechiches... recuerda que esto también es súper importante para afianzar la conexión con nuestros hijos. A veces ellos no querrán que lo hagas porque “Que oso mamá… no quiero que me vean en eso”. Pero manifiéstale que el hecho de que lo beses o lo abraces no le quita el ser un niño que está creciendo y experimentando ciertos cambios tanto físicos como comportamentales. Y que siempre vas a estar allí para él y puede confiar en ti para lo que sea, no solo en sus amigos. Verás que tarde o temprano terminará aceptando tus abrazos y besos y aprenderá que siempre serás su puerto seguro en los momentos en que lo necesite.


Espero que todos los consejos que aquí te dejo te sean útiles para fomentar, afianzar y consolidar una sana comunicación con tus hijos en esta etapa tan hermosa de sus vidas. Un abrazo enorme.



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