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Foto del escritorAndrea Gelvez

Cómo fomentar la conexión en nuestros hijos en sus primeros años de vida.




El día de hoy les voy a hablar acerca de qué debemos hacer para fomentar la conexión en nuestros hijos en los primeros años de su vida, de los 2 a los 7 años que es la etapa en donde más los padres empezamos a tener retos con ellos ¿verdad? Así mismo, algunos tips para lograrlo.


Pero me preguntarás… ¿por qué no empezar de los 0 a los 2 años? Bueno, porque en esta etapa la conexión entre el bebé y sus padres ya está gestada y marcada por el hecho de que mamá y papá deben estar todo el tiempo brindándole al bebé los mecanismos necesarios para garantizarle su supervivencia y su sano desarrollo, estando pendientes y presentes de su forma de expresión que es el llanto y brindándole al bebé lo necesario para su bienestar (alimento, abrigo, calor, necesidad de movimiento y juego, etc.), por lo que la conexión con tu hijo prácticamente se basa en la satisfacción inmediata de las necesidades específicas del bebé desde su nacimiento hasta esta etapa de 2 años, y por ende no es tan imperante hablar de estrategias específicas y necesarias para afianzar la conexión en esta etapa.


Considero que lo más importante para ese bebé es brindarle un espacio de apego seguro con sus padres sin preocuparnos de que si llora mucho está llamando la atención o que si lo cargo mucho se va a volver malcriado o se va a “embracilar” … nada de ello. El bebé necesita de mamá y papá todo el tiempo presente en esa etapa ya que ellos son el centro de sus emociones y sensaciones, y por ende hay que permitirle que exprese lo que siente y requiere a través del llanto. Y no demorar en responder a ese llanto por favor, ya que es el mecanismo por excelencia de conexión entre ambos en esta etapa. Si no satisfacemos esas necesidades y ese llanto inmediato de nuestro hijo, tarde o temprano el bebé pensará por instinto que la mejor manera para él obtener lo que necesita es dejar pasar, no pedir nada y se acostumbrará a no llorar ni expresar lo que siente más adelante en su vida por el hecho de que nadie viene a atenderme y nadie está pendiente de mi.


Pero bueno, entremos en materia. Lo primero que debemos hacer para empezar es preguntarnos cómo la está la conexión contigo mismo/a. ¿Cómo está la conexión con tu entorno? ¿Cómo está la conexión con mi hogar, con mi familia? ¿Cómo está la conexión con los demás?... Y dependiendo de la respuesta a esta pregunta dependerá lo que tú le estés dando a los demás, a ti misma/o y a tus hijos.


Sabemos que hoy en día es importante estar conectado con el mundo y con demás a través de las redes, de los chats, de los diferentes medios y estar pendientes de nuestros trabajos, labores, etc. ¿pero dedicas un tiempo para desconectarte y conectar de corazón a corazón con tus hijos y con los seres que te rodean?


Y para adentrarnos más con el tema vamos a empezar dándole respuesta a lo que nos interesa hoy.


El primer paso es preguntarte… ¿cómo fue tu relación o tu vivir a esa edad? ¿Cómo fueron para ti esos primeros años de vida? Y ahora vamos a profundizar aún más. Y para ello voy a darte 3 tips para realmente mejorar o afianzar la conexión con nuestros hijos en la primera infancia, es decir de 2 a 7 años.


El primer tip es: crear momentos de tiempo especial sin depender de los aparatos electrónicos.


El proceso de conectar mejor con ellos empieza por crear instantes mágicos, disfrutando realmente el momento, desconectándote de todo lo demás y conectando con él o ella sin importar lo que esté pasando. Dejando de lado tu trabajo, tus quehaceres diarios y dedicando un instante a compartir experiencias de juego y diversión con ellos.


Recuerda que tus hijos van a ser niños una vez en la vida y al dejar pasar esos instantes maravillosos de compartir con ellos estás dejando pasar experiencias que marcarán la vida de tus hijos para siempre. Por ello, es importante que dediques al menos 10 minutos diarios de calidad con ellos. Y cuando hablo de calidad es realmente dedicados a él, a lo que le gusta, a lo que le llama la atención, a compartir sin importar el tiempo ni la actividad ni el juego, a no poner condiciones, a no criticar, siendo uno con él y con la experiencia que están viviendo. No importa lo que hagan o la experiencia que vivan. Lo importante es compartir y crear instantes maravillosos de conexión real. Créeme, tu hijo te lo agradecerá.


El segundo tip es: Valida sus emociones.


Muchas veces pasamos por alto las emociones de los niños pequeños porque justamente pensamos que son pequeños y por ende lo único que buscan es llamar la atención. Pero no hay nada más valioso para ellos que ser escuchados, valorados y tenidos en cuenta en sus emociones, pensamientos y sentimientos. No hay nada de malo en que un niño sea sensible y exprese lo que siente por alguna situación que presente, como porque no encuentra su juguete favorito, o que llore porque una amiguita o amiguito le dijo algo en el colegio o guardería. Debemos ponernos en su lugar y validar sus emociones y sentimientos. Podrías decirle algo como: “Entiendo cómo te sientes y que te sientas triste, enojado o con rabia. Yo también me sentiría igual. ¿Te parece si me cuentas un poco sobre lo que sientes y encontramos o hacemos algo para que te sientas mejor?”. Otra forma es permitirle que desahogue sus emociones con algo, bien sea con una almohada, un trozo de plastilina o que hable con su peluche favorito. Con ello sentirá mayor empatía para luego permitirle que te exprese si ya está mejor y cambiarle un poco el enfoque. Lo importante es entender lo que está sintiendo en ese momento, no criticarlo y ser su compañero y guía frente a la emoción que experimenta (rabia, miedo, tristeza, temor, etc.) llevándolo a que la gestione de la mejor manera posible con amor y ternura.


El tercer y ultimo tip es: ser cariñoso y afectuoso con tu hijo/a.


Los besos, los abrazos y las caricias no tienen que ser únicamente exclusivos para tu pareja. Los niños a esa edad necesitan sentirse amados y queridos y qué mejor forma de demostrarles ese amor que sientes por ellos a través de besos, abrazos y pechiches. Contrario a lo que muchas personas piensan, esto no va a ser que se conviertan en unos niños mimados, sino que va a afianzar esos lazos de apego seguro y logrará que haya una mayor conexión contigo, permitiendo que confíen más en ti y que sientan en los abrazos, besos y pechiches una forma de expresar sus sentimientos de amor, ternura, cariño y gratitud. Una dosis diaria de ellos, te garantizará una mayor conexión y empatía entre ambos; verás cómo poco a poco se abrirá a compartir más de ellos contigo.


Espero que todos estos consejos te sean útiles para fomentar una conexión más profunda con tus hijos pequeños. Te envío un abrazo enorme.




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