Hola! Estamos aquí para entender esta etapa tan bonita de los 7 a los 12 años en lo que se refiere al desarrollo emocional los chicos en este momento de sus vidas. Esta es la etapa de la niñez media o preadolescencia, donde los niños dejan de ser esos niños pequeñitos que antes conocíamos para convertirse en personitas con más criterio, poder de opinión y con ideas mucho más fuertes y elaboradas.
Muchos psicólogos llaman a esta etapa la “etapa moralista”, ya que ellos empiezan a centrar sus emociones, pensamientos y sentimientos basándose en lo justo e injusto y empiezan a crear juicios de valor moral según ello. De allí que es muy común ver en esta etapa las peleas y los malentendidos con papá y mamá y sus amigos por justamente dejarse llevar por ese mismo juzgamiento. Si para ellos no es justo que no se pueda ir a jugar fuera porque está lloviendo o porque ese día papá o mamá se enfermaron y no pueden salir, su instinto de lo bueno y lo malo se activa muchas veces con tristeza extrema u otras veces armando tremenda pataleta o rabieta hasta explotar de ira.
Allí es donde nuevamente reitero, debemos ser ese puerto seguro de emociones y empezar a moldear en ellos esos modelos de juzgamiento no según nuestro criterio de lo bueno y malo ni según el de él/ella, sino en lo que para ambos consideren que es adecuado para dicho momento según las normas y límites que se establezcan en conjunto.
Para poder entender las emociones de nuestros chicos de estas edades, debemos primero por adentrarnos un poco en el mundo de estos niños preadolescentes. Basta con solo mirar que ellos buscan tener más independencia de mamá y papá, buscan refugio en sus amigos y conocidos, buscan entretenerse con otros juegos más elaborados y menos infantiles, buscan contar sus experiencias a personas con quienes se sientan más en confianza, buscan estar más en contacto con la tecnología, etc.
Y todo ello, me lleva a pensar en que las dinámicas emocionales en estos niños son distintas a como las veníamos manejando antes, verdad? Por ello son muchas veces los encontrones y los malentendidos, porque no sabemos entrar en su mundo.
Para entender qué sucede con las emociones de nuestros chicos preadolescentes debemos empezar por ahondar en justamente esas dinámicas emocionales de ellos, que van ligadas muchas veces a sus cambios en su desarrollo físico, a su desarrollo psicológico, a su desarrollo mental… y que también va ligado a esa búsqueda de identidad propia y de independencia que tanto desean explorar en esta etapa.
Es muy común también escuchar de ellos o más bien ver niños con depresión, ansiedad, estrés e incluso baja autoestima porque entre niños se empiezan a decir cosas entre sí bien sea por los cambios en su aspecto físico o por su identidad propia. Aquí es donde entran los casos de bullying que ya conocemos y que debemos tener mucho cuidado. En esos momentos es donde más debemos de estar presentes y acompañarlos con amor y ternura sin dejar que ellos tengan su espacio y su libertad para que empiecen a formar su personalidad con criterio propio y autenticidad, y enseñándoles la importancia de los valores positivos, del espíritu de superación, la tolerancia y el respeto entre otros.
También es muy importante aquí establecer una muy buena comunicación con tu hijo/a. Cómo? Hablando con él/ella desde lo que te quiera expresar sin juzgar, criticar o sermonear, sino desde una escucha activa y aprovechando esos instantes para fomentar lazos de empatía y unidad. Entre más comunicación tengas con él/ella, mejor será la forma de entender sus emociones y sentimientos y así será más fácil entrar en su mundo para comprender y acompañar con amor su expresividad de manera asertiva.
Bien, pero antes de continuar me gustaría que te hicieras a ti mismo/a estas preguntas: ¿Cómo fue para mi esa comunicación de mis emociones con mis padres cuando tenía esos años? ¿Cómo crees que fue esa expresión de tus emociones, sensaciones, pensamientos y necesidades tuya con los demás y con tus padres en esa etapa? ¿Cómo fue para ti esa búsqueda de independencia y de identidad propia? ¿Recurrías a tus padres o a tus amigos para expresar tus emociones? ¿Cuándo tenías algún momento de alegría, rabia, tristeza, desagrado, miedo cómo lo expresabas? ¿Eras calmado/a o al contrario explotabas y no sabías controlar tus emociones? ¿Tuviste algún momento en el que te sentiste incomprendido e incluso raro por querer dar tu opinión frente a algo que no te parecía justo en ese instante?
Y habiéndo contestado lo anterior, aquí te dejo unos tips fabulosos que te van a permitir entender mejor las emociones de tu hijo/a en esta etapa de los 7 a los 12 años.
1. Comprende las etapas del desarrollo de tu hijo. Recordemos que en esta etapa están pasando por un duelo en silencio en donde están dejando de ser niños para convertirse en preadolescentes y ello supone cambios en su personalidad y en su emocionalidad. Por ende, es importante reconocer ello y acompañar a tu hijo a transitar esos cambios con amor y comprensión y entendiendo que cada una de esas etapas supone retos tanto para ti como para tu hijo en todos los aspectos, tanto psicológicos como emocionales.
2. Ayúdale a interiorizar más la conciencia y la comprensión emocionales de las cosas. Anímale a entender el porqué de las situaciones y las consecuencias naturales y lógicas de dichas situaciones, para así mismo comprender cuáles son las emociones que pueden extraerse de dicha situación y asimilarlas con mayor conciencia y coherencia.
3. Explícale que hay diversos mecanismos de regulación emocional. Y esto va también para ti papá. Hay muchas formas de autorregular y gestionar nuestras emociones y pensamientos y si entendemos estas formas, podremos también enseñarlas a nuestros hijos y será mucho más fácil no llegar a los extremos. Desde un buen ejercicio de respiración para controlar la ansiedad y el estrés frente a una evaluación del cole, identificar las emociones y ponerles nombre, cuentos, lecturas hasta una leve desviación de la atención cuando desee algo que no se le puede dar en el momento pueden ayudar a establecer en tu hijo formas de autogestión emocional que pueden ser útiles para un futuro.
4. Seamos puerto seguro de emociones. Como siempre esta es la cereza del pastel en todo el recorrido por las etapas del desarrollo de nuestros chicos. Seamos siempre ese lugar seguro para que ellos puedan expresar sus sentimientos, emociones y sensaciones sin importar donde se encuentren. Recuerda brindarle siempre esa confianza, ayuda, apoyo, comprensión, amor y ternura que necesitan en este tránsito de niños a preadolescentes sin juzgar, criticar ni sermonear. ¿Nos necesitan? Sí, pero dale su espacio, su independencia y sobre todo déjalo/a ser él/ella mismo/a.
Gracias por leer este post. Te envío un fuerte abrazo.
Comments